sábado, 25 de febrero de 2017

CRÍTICA BREVE: "JACKIE"







Conmoción. Sobrecogimiento. Son las dos palabras que me vienen a la cabeza al recordar lo que sentí ayer en la butaca del cine Cervantes de Zaragoza mientras veía "Jackie".

La interpretación de Natalie Portman es absolutamente magistral, hasta el punto de dejarte helado, agarrotado en tu butaca, perplejo y dramáticamente fascinado.

La soledad, el abatimiento y la sensación de irrealidad que la Primera Dama vivió en los instantes y días después del asesinato de su marido, John F. Kennedy, se transmite con tanta claridad, brutalidad, y terrible realidad en cada mirada de Portman, en cada escena -en el coche, con la cabeza del presidente abierta sobre sus rodillas, en los atónitos paseos por las salas vacías, ya impersonales, del que ha sido su efímero hogar, la Casa Blanca, esa que ayudó a transformar y llenar de vida-, que durante las casi dos horas que dura el metraje te sientes espectador privilegiado y cautivo de los sentimientos y el drama de aquella mujer y de aquellos momentos que marcaron la Historia del siglo XX.

Cada palabra, mirada, gesto, y golpe de la banda sonora, es atronador y tremendo en "Jackie". En un tema tan dado a la especulación, a la conspiración, con el telón de fondo de la Guerra Fría, en ningún momento recaes en ello o tu mente vuela hacia la hipótesis. La Primera Dama no te deja. Te clava en aquel presente aterrador y desconcertante que ella vivió en cada segundo del metraje.
Una interpretación de leyenda para un drama tan real y tan irreal al mismo tiempo, cuya canción, como perfecto epílogo, no podía ser otra que esa que habla de Camelot.

CRITICA DE CINE: STAR WARS, ROGUE ONE




Acabo de ver Rogue One, un peliculón bélico en el universo Star Wars. Y entiendo por qué le ha gustado tanto a George Lucas: es un enlace inesperado y sutil de su denostada segunda trilogía y aquella que le dio la fama y gloria y creó un mito en el cine. 

El tono bélico, sin ocultar en ningún momento su inspiración en la Segunda Guerra Mundial, sus escenarios, uniformes, y maneras en que el cine bélico ha tratado este conflicto, su dramática épica, su carácter de prólogo y su tono de epílogo, la convierten en una perfecta manifestación del imaginario colectivo que nació de esos magníficos y hoy algo pobres efectos e historias de la trilogía original. 

Lo que he visto hoy tiene muy poco que ver con los sonrojantes aunque carismáticos ositos de peluche de El Retorno del Jedi, pero mucho que ver con el tono, las frases, la filosofía y el aroma de esas tres películas que cambiaron la historia del cine y se metieron de lleno en la cultura popular de nuestro tiempo y en nuestra imaginación desde la sencillez y el efecto que sólo los cineastas estadounidenses saben crear. Sólo he echado en falta las grandes voces del doblaje español de los años setenta, y una en especial. 

He visto interpretaciones y escenas, que me han hecho creer mientras estaba sentado en mi butaca que eso que estaba viendo era un relato de una historia paralela, tan real como la nuestra, sintiendo un extraño efecto como el de aquel japonés de la novela de Philip K. Dick en aquel parque. Los actores estaban tan metidos en el drama, en la verdad que se ha creado del imaginario colectivo, de la legión de fans y de la continua y apabullante presencia de todo tipo de productos de la saga en cualquier parte producto del músculo de su nuevo mecenas, que la sensación de haber visto cine bélico y no cine fantástico con batallas espaciales casi asusta. 

El único riesgo que corre ahora la franquicia es que de tan satisfecho, de tan complacido y lleno de felicidad, el fan sienta empacho, y el dulce sabor de su imaginación poco a poco se convierta en una amarga añoranza de la esencia sencilla y pura de la trilogía original, sin más mito, sin más taquilla. Para bien o para mal, Disney ha dado con el mosquito del ámbar que contiene la esencia para crear Star Wars de nuevo. Como si el tiempo no hubiera pasado más que para lo bueno. 

Y ya sabemos todos como acaba esa historia.


Aquí os dejo con el trailer de "Star Wars: Rogue One":