martes, 19 de diciembre de 2017

CRÍTICA BREVE: THOR, RAGNAROK




El Dios del Trueno cierra su trilogía de una forma brillante, divertida, entretenida, con los toques de comedia adecuados, con los derroches de acción necesarios, y con unos personajes fantásticos encarnados por grandes actores que brillan y hacen de esta nueva cinta de Marvel todo un prodigio del entretenimiento.

Goldberg, Hopkins, Blanchett, Ruffalo, Hemsworth, Hiddleston, Thompson -esa valkiria que hiptoniza con cada paso y cada mirada- crean una coral interpretativa armónica y fascinante.

Y el decorado no podía ser mejor: Asgard y Sacaar, dos mundos radicalmente diferentes perdidos en medio de ese Universo maverlita lleno de vida, color, civilizaciones e historias.

La introducción de la Diosa de la Muerte, tan importante en el mundo de los cómics para entender las motivaciones de Thanos, el gran villano, trae consigo un punto y aparte en el universo cinematográfico de Marvel, y convierte en antesala y enlace con el Infinito la última de las aventuras en solitario -con permiso del bueno de Hulk- del hijo de Odín.

Aventura, una gran banda sonora, imágenes poderosas, personajes cuidados y magníficamente interpretados, altas dosis de acción marvelita, alienígenas, planetas extavagantes, gladiadores cósmicos, dioses nórdicos, y héroes. 

Nada más que añadir.

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